Dos fragmentos de mi
tesis, dos muy importantes… uno la dedicatoria para mis hijas, mi motor. El otro, los agradecimientos, esos que pocas
veces uno le expresa a la gente y que son tan importantes, es por eso que hoy
los publico.
A Violeta y Antonia
Una
razón tu voz,
tu voz
pequeña que lo llena todo.
MARTA GÓMEZ
AGRADECIMIENTOS
D
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icen que las cosas menos
planeadas son las que mejor ocurren, y creo que así es. En mis planes no estaba hacer un Doctorado
pero la vida me tenía reservada esa sorpresa; una sorpresa retadora, que te deja a ratos sin aliento, o que te deja
sólo en compañía de la frustración, del cansancio y a veces hasta de las
lagrimas. Pero también están las ganas de terminar, las ganas de llegar, no a
la meta sino al punto de partida, porque estos años me han permitido aprender
que la Tesis Doctoral es el entrenamiento para una vida, esa que comienza
cuando terminas la Tesis.
Agradezco a Dios por
permitirme tener esta experiencia y por poner en mi camino a dos personas
excepcionales que con mucho amor y paciencia me apoyaron desde el principio y
creyeron en mí y en el silencio; mis directoras, Manuela Pardo y Clara
Martínez, han sido fundamentales en este proceso, por eso les digo gracias, por
su paciencia inagotable, por sus conocimientos, por guiarme en todo momento y
por ser luz en los momentos de terrible oscuridad.
Agradezco al profesor
Joaquín Aldás, por sus orientaciones y aclaraciones, cuando parecía que nada tenía explicación. También doy gracias a Adriana Mora, que con
su amor y paciencia, no solo me apoyó, sino me dio palabras de aliento para
seguir adelante.
Les doy gracias
infinitas a mis hijas, Antonia y Violeta, por su paciencia y comprensión,
porque a pesar de su corta edad supieron entender que habían domingos donde el
juego y el descanso, se cambiarían
por la tarea de la mamá (nombre en clave
de la Tesis Doctoral en el entorno familiar).
También agradezco a mis
padres, Clara y Jaime, por sus voces de aliento, por no dejarme bajar los
brazos cuando creí que ya no podía más; gracias mamá por ayudarme con mis hijas,
mientras atendía la Tesis. Gracias papá
por explicarme conceptos que no sabía que existían, ni como funcionaban. Gracias familia por estar ahí y tolerar los
cambios de planes por culpa de la Tesis.
Muchas gracias amigos:
John, Mónica, Stellita, Connie, Marcela, Ángela, Vero, Adriana, Claudia, Jenny,
Ana, Lena y Ana maría, por sus chistes, públicos y privados, porque sé que esa
era su forma de animarme a seguir adelante.
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Temo que estos agradecimientos
sean insuficientes, porque son tantas las personas que me apoyaron y me animaron durante estos
años, que las palabras seguro se quedan cortas.
Aún así, sigo dando gracias porque
este proceso no habría sido igual si alguno de ustedes no hubiera estado ahí
para nosotras, la Tesis y yo.