domingo, 10 de mayo de 2020

RESILIENCIA + HOGAR = MAMÁ



Hace varios años alertaba a los hijos de no caer en la trampa de reconocer a sus madres con un electrodoméstico o utensilio para la casa, finalmente  una mamá trasciende a la casa, una madre es el hogar.  Hoy escribo estas líneas en medio de una situación ciertamente peliculesca, donde la humanidad esta frente a una lección de resiliencia que nunca  esperó  tener.

La resiliencia, esa fuerza que nos llega a las mujeres con los hijos y se potencia con cada paso que ellos dan,  esa inexplicable capacidad de superar los obstáculos solo para que el HOGAR permanezca, sin importar el cansancio, la tristeza, la alegría, el estrés, la riqueza, la pobreza, o si el día es de colores o blanco y negro.

El instinto de madre es tan fuerte que incluso ha llevado a que mi mamá y la tuya, cedan sus espacios de mujer solo para mantener el HOGAR, y ese acto es el menos reconocido y el menos valorado; lastimosamente el más grande y desinteresado acto, se pierde en medio del día a día, en medio de desayuno, el almuerzo y la comida, por esto y más, agradecer por nuestras madres no es cuestión de una fecha, es aceptar el amor en cada momento del día y de la vida.